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Today we honor Día de los Muertos—Day of the Dead—a meaningful Latino tradition of remembrance, renewal and hope. This is not a day of sadness, but one of love and connection. Families create ofrendas (altars) filled with flowers, candles, food, and photos to welcome back the spirits of their loved ones. It’s a reminder that though they may be gone, their memory continues to guide and inspire us. Let us take this day to celebrate those who came before us and the legacies they left behind.

This year, our reflection carries additional depth as we honor the legacies of three Washingtonians who made lasting differences in the lives of Latino families across our state:

Phyllis Gutiérrez Kenney  — A true trailblazer who rose from working in the fields as the daughter of migrant farmworkers to become one of the first Latinas in the Washington Legislature. Her outstanding commitment to equity, inclusion, and justice, and her contributions to public service, education, healthcare, and economic development paved the way for newer generations to access opportunities, especially in marginalized communities.

Frank Chopp  — As Speaker of the Washington House of Representatives for two decades, he led on affordable housing, expanding educational opportunities, and improving health-care access through Apple Health. His leadership ensured that the needs of Latino communities were part of the policy conversation, and that equity was a guiding principle.

Bill Ramos  — A proud Latino leader, he served in both the House and Senate and was the first vice-chair of the newly formed Latino Democratic Caucus, helping to lay the foundation so Latino voices could be heard collectively in Olympia. His dedication to community, transportation equity and mentorship lives on.

On this Día de los Muertos, we remember not only our loved ones but also those who lifted our communities and opened doors for the next generations. Their spirits inspire us to continue the work of representation, justice and inclusion.

Español:

Hoy honramos el Día de los Muertos, una significativa tradición latina de recuerdo, renovación y esperanza. Este no es un día de tristeza, sino de amor y conexión. Las familias crean ofrendas (altares) llenas de flores, velas, comida y fotos para dar la bienvenida a los espíritus de sus seres queridos. Es un recordatorio de que, aunque ya no estén, su memoria sigue guiándonos e inspirándonos. Aprovechemos este día para celebrar a quienes nos precedieron y el legado que dejaron.

Este año, nuestra reflexión cobra mayor profundidad al honrar el legado de tres residentes de Washington que marcaron una diferencia duradera en la vida de las familias latinas de todo nuestro estado:

Phyllis Gutiérrez-Kenney  — Una verdadera pionera que, tras trabajar en el campo como hija de trabajadores agrícolas migrantes, se convirtió en una de las primeras latinas en la Legislatura de Washington. Su destacado compromiso con la equidad, la inclusión y la justicia, y sus contribuciones al servicio público, la educación, la atención médica y el desarrollo económico forjaron el camino para que nuevas generaciones tengan acceso a oportunidades, especialmente en comunidades marginadas.

Frank Chopp  — Como presidente de la Cámara de Representantes de Washington durante dos décadas, lideró la promoción de la vivienda asequible, la ampliación de las oportunidades educativas y la mejora del acceso a la atención médica a través de Apple Health. Su liderazgo garantizó que las necesidades de las comunidades latinas formaran parte del debate político y que la equidad fuera una guía.

Bill Ramos  — Orgulloso líder latino, sirvió tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado y fue el primer vicepresidente del recién formado Caucus Demócrata Latino, contribuyendo a sentar las bases para que las voces latinas se escucharan colectivamente en Olympia. Perduran entre nosotros su dedicación a la comunidad, la equidad en el transporte y la mentoría.

En este Día de Muertos, recordamos no solo a nuestros seres queridos, sino también a quienes impulsaron nuestras comunidades y abrieron las puertas a las próximas generaciones. Su espíritu nos inspira a continuar la labor de representación, justicia e inclusión.

Sincerely,