El número de personas que actualmente optan por no vacunar a sus hijos ha aumentado, pero en Olympia, un creciente número de legisladores está enfrentando esa batalla.
La Diputada estatal June Robinson, Demócrata de Everett, piensa que la mayoría de la gente considera que es el papel del gobierno proteger la salud de nuestras comunidades y en este momento eso no está sucediendo.
Robinson cuenta con experiencia en salud pública y le preocupa que nuestras escuelas tengan en sus salones de clases a tantos niños no vacunados. Washington es el estado con el porcentaje más alto de niños no vacunados en todo el país.
La ley actual permite que los padres opten no darles a sus hijos las vacunas contra enfermedades como sarampión, tosferina y viruela, haciendo uso de las tres exenciones legales: creencias religiosas, razones médicas o preferencias personales. Casi nueve de cada 10 personas que no quieren que sus hijos reciban las vacunas para la prevención de enfermedades dicen que lo hacen por preferencias personales, y en algunas escuelas hay más estudiantes no vacunados que vacunados. Esto ha resultado en grandes brotes de enfermedades infantiles graves que ya se consideraban esencialmente erradicadas.
Robinson, patrocinadora del proyecto de ley HB 2009 que podría terminar con la exención de preferencia personal, dejando intactas las exenciones religiosas y médicas, dice que sus amigos y vecinos le han confesado que tienen miedo de enviar a sus hijos a la escuela, porque saben que hay niños que no están vacunados y no quieren poner a sus hijos en riesgo.
Robinson piensa que eso no está bien y dijo que vivimos en comunidad con otros y tenemos que asumir la responsabilidad que nuestras acciones conllevan no sólo para nuestras familias, sino para la comunidad entera.
La propuesta tendrá una audiencia pública en el Comité de Salud y Bienestar el 17 de febrero.